La Casa Articulada (radicada en la Avenida Islas Canarias, nº 48, de Santa Cruz de Tenerife) acogerá el próximo viernes, 27 de febrero, entre las 19:00 y las 21:00 horas, el primer taller de creación de greguerías de Escritura entre las nubes. La clase tiene un coste de 20 euros, se desarrollará en una sola sesión y será impartida por la escritora y editora Elena Morales.
La greguería es un minigénero literario inventado por el prolífico escritor novecentista Ramón Gómez de la Serna (Madrid, 1881 – Buenos Aires, 1963), quien afirmaba: «Nunca se sabe qué cosa es greguería, cuántas quedan posibles, dónde se encuentran las buenas. Para crear greguerías hay que ordeñarse los pelos uno a uno».
La definición más simple de greguería la sintetizó Ramón en una fórmula: Greguería = metáfora + humor.
A pesar de su brevedad, se trata de un género muy rico y abierto a un enorme abanico de posibilidades. En realidad, se trata de minixtextos que lo pueden abarcar todo, pues una greguería es el atrevimiento de definir lo indefinible, con escasas palabras o apenas unas frases; capturar lo pasajero, acercar lo que no puede estar en nadie y puede estar en todos.
A pesar de su brevedad, se trata de un género muy rico y abierto a un enorme abanico de posibilidades. En realidad, se trata de minixtextos que lo pueden abarcar todo, pues una greguería es el atrevimiento de definir lo indefinible, con escasas palabras o apenas unas frases; capturar lo pasajero, acercar lo que no puede estar en nadie y puede estar en todos.
Ramón Gómez de la Serna fue un prolífico escritor y periodista de vanguardista español, adscrito a la Generación de 1914 o Novecentismo. Su vida y obra es una ruptura contra las convenciones. Escribió un centenar de libros, la gran mayoría traducidos a varios idiomas. Divulgó las vanguardias europeas desde su concurrida tertulia, en el Café de Pombo, inmortalizada por su amigo el pintor y escritor expresionista José Gutiérrez Solana. Escribió ensayos costumbristas, novelas, obras de teatro y biografías en las que el personaje reseñado es, en realidad, una excusa para la divagación y la acumulación de anécdotas verdaderas o inventadas.
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